Habitualmente no suelo referirme a la situación de Argentina, a menos que sea algo de interés general, no obstante quería hacer algunas reflexiones y poner énfasis en algunas cosas con las que me encontré en mi país de origen, durante esta ultima estadía.

Por comenzar, los precios en general son extremadamente altos, muy caros en relación a los de mi ultima visita, que fue hace aproximadamente tres años. Haciendo un parangón, están al nivel de los países mas caros de Europa, tipo Inglaterra, ya que algunas cosas cuestan al menos el doble que aquí en Italia.
Desde los productos de primera necesidad, a excepción de la carne, pasando especialmente por la ropa, los electrodomésticos y la electrónica. No obstante tengo la sensación de que se vuelve a una nueva paridad entre el peso y el dólar, lo que antes llamábamos 1 a 1 ahora sera 3 a 1, la receta parece ser la misma.
Lamentablemente el nivel de ingresos no es equiparable al nivel de precios, no obstante los sueldos promedio como he podido constatar, están entre 600 y 1500 euro, en este ultimo caso para los profesionales, lo que pone la retribución en una cierta paridad con sus colegas que están de este otro lado del océano.
He tenido oportunidad de conducir por varias rutas del país, cosa que no había hecho nunca antes, pues recién adquirí mi vehículo aquí en Europa. Me sorprende que: con el estado de las rutas (por las que se paga un peaje) y la clase de vehículos que por ellas circulan, sumado al mal comportamiento de quienes conducen, no se registren mas accidentes de los que ya se tienen que lamentar cada día.
Sobre el precio de los vehículos usados, pues no creo que el fenómeno que se esta registrando en Argentina se pueda repetir en otros lugares del mundo. Aquí en Europa un vehículo con mas de 10 años de antigüedad, salvo casos excepcionales como los autos de lujo, no tienen valor de reventa e incluso los Estados hacen todo lo posible por que el parque automotor se actualice, a fin de reducir la contaminación ambiental.
En mi caso particular, adquirí un vehículo usado con un sueldo y hasta podría haberlo obtenido sin pagar por el, haciéndome cargo solo del pasaje de propiedad, pues aquí la gente prefiere deshacerse de los usados sin valor por no pagar para su destrucción. Pues la cotización de mi automóvil del 1992, en Argentina hoy ronda los 3,500 euro, con lo que aquí compraría uno del año 2000 o quizá mas nuevo.
Otra cosa que me llamo la atención, al menos en Córdoba, es el denominado “derecho de playa” o “robo encubierto” que se paga como adicional por cada litro de combustible en las estaciones de servicio.
Podría seguir con otras tantas cosas, pero no quiero extenderme tanto ni polemizar. Solo puedo contar que de regreso en Italia, me encuentro con un panorama que no es de los mas alentadores y que me hace pensar que deberé tomar otro rumbo antes de lo que esperaba, lo único alentador es que el precio del combustible ha descendido al de unos 4 años atrás, que no es poco.
Como dijo el General Don Josè de San Martín, Padre de mi Patria y Libertador de América del Sur:
«Los pueblos tienen el gobierno que se merecen»