Aunque la jornada de hoy no es de las mas acogedoras, al menos desde el punto de vista climático, aquí en Italia se festeja, como en gran parte del mundo el “Día de los enamorados” o Giorno di San Valentino.
Entre las múltiples actividades para esta jornada tan especial, una cita obligada, al menos para quienes se lo pueden permitir, es a la ciudad medieval de Verona en el Triveneto.
La ciudad de Verona ha sido declarada Patrimonio por la Unesco y por obra y gracia de la obra de Shakespeare y sus personajes Romeo y Julieta, que se ambienta en esta ciudad aunque el autor nunca estuvo allí, se convirtió en meta de peregrinaje por parte de los enamorados cada 14 de Febrero.
La visita a la casa de Giulietta, con su balcón y la estatua de bronce que la representa con un seno que ha cambiado de color por la costumbre de los visitantes varones de tocarlo. También es tradicional dejar billetes con promesas de amor y demás pegados en los muros del patio de la casa.
La ciudad es muy bonita, en especial en el centro histórico y no se puede dejar de ver la famosa Arena di Verona, conservada muy bien y en pleno uso ya que hospeda cada año espectáculos de todos los géneros, desde el teatro a la música, no solo por su fantástica infraestructura, sino también por mantener a pesar de los siglos una excelente acústica.
Los atractivos no se limitan a solo estos dos sitios que he nombrado, hay a disposición un gran variedad de museos, ruinas y construcciones de diferentes periodos y teatros.
Verona ha sido una ciudad que ha evolucionado con el tiempo y ha cambiado su fisonomía en varias ocasiones, sobre todo por circunstancias extraordinarias, como un importante aluvión y las guerras. La ciudad esta circundada, al menos en parte por cinco diferentes muros de protección, cada uno de los cuales fue construido en diferentes periodos, esto ha constituido una característica que la hace única en el mundo.