En un articulo publicado recientemente por el cotidiano L’Espresso ,que pertenece al grupo Repubblica, se pone de manifiesto y a publico conocimiento el caos en el que se encuentra sumergido el sistema que regula la inmigración en Italia y la entrega de Permisos de Residencia para los inmigrantes regulares.
Según este informe, del que he traducido los puntos mas importantes, en Italia existen mas de un millón y medio de solicitudes de renovación de los citados permisos, presentadas en el año 2006, que aun se encuentran en espera de ser renovadas por un periodo máximo de dos años y de consecuencia ya vencidas.
Según las ultimas reformas a la ley que regula la inmigración en Italia desde el momento de la entrega de los módulos en las oficinas de la Posta Italiana hasta el llamado a presentarse a las autoridades, no deberían pasar mas de 20 días y otros 20 mas hasta la entrega del Permesso di Soggiorno renovado.
Hasta el momento se han renovado solo 300 mil y se puede llegar hasta 750 mil según el Decreto de Flujos del año 2007.
La ausencia o perdida de la permanencia regular en Italia comporta una serie de problemas graves para los inmigrantes, solo por comenzar, sin este documento es imposible renovar contratos de alquiler o de trabajo y ni siquiera es posible inscribir a los propios hijos en la educación publica.
Como contrapartida, muchos inmigrantes se ven obligados a caer en las muchas trampas que se abren ante esta situación, como recurrir a medios “alternativos”, tales como lo son los contratos en negro, sea para trabajar ( con sueldo inferior ) o para alquilar ( con precios abusivos ) y en los “oportunistas” de turno que se hacen pagar cifras exorbitantes a fin de regularizar la situación por vías poco claras y con el riesgo de incurrir en ulteriores delitos, como la falsificación de documentos.
Otro punto importante, es que los inmigrantes pagan por cada una de las practicas que comportan la solicitud de renovación de un Permiso de Residencia en Italia, que entre sellados, impuestos y gastos de envío llegan a un total de 72 euro, con el correspondiente beneficio para las arcas del Estado y de la Posta Italiana.
En Italia el flujo inmigratorio supera los mas de 3 millones y medio de extranjeros, que de a poco deben pasar por este sistema de renovación con las consecuencias del caso.
