Italia – Cuando la crisis es cómplice

Mientras la desocupación alcanza niveles récord en la última década, muchos otros síntomas se hacen evidentes con el agudizarse de la crisis en Italia.

Aumentan los robos a nivel domestico, en las diferentes actividades comerciales y en especial en los grandes supermercados, donde desaparecen artículos de todo tipo, desde productos de primera necesidad como alimentos a vestimenta, calzados, etc.

También han aumentado los robos en la via publica, vuelven a desaparecer los equipos reproductores de sonido de los automóviles estacionados, cosa que no sucedía desde hace décadas, como así también el combustible, ya que el precio en los distribuidores ronda los 2 euro al litro, el mas alto de Europa y también se roban cigarrillos y cualquier otro objeto que quede a la vista en el interior de los vehículos. Este tipo de actividades que hasta hace un tiempo se atribuían a grupos de delincuentes e inmigrantes provenientes del este de Europa, ahora son perpetrados por ciudadanos comunes que buscan aplacar las consecuencias de la crisis y satisfacer sus necesidades básicas, también por la ausencia del sostén por parte del Estado.

La consecuencia mas grave de la crisis, se esta viendo reflejada en el aumento exponencial del numero de suicidios principalmente entre desocupados y trabajadores precarios, como así también empresarios que no pueden hacer frente a las deudas contraídas por las actividades que gestionan y que han sufrido una importante baja en la producción y en las ventas en los últimos años, obligando en muchos casos a despidos masivos o a retrasos en el pago de las compensaciones a los respectivos dependientes.

El actual gobierno técnico, siguiendo las directivas europeas, ha tomado una serie de medidas drásticas y esta recortando gastos en muchas direcciones, pero las reformas que realmente son necesarias, se encuentran bloqueadas por la oposición de sindicatos y partidos políticos, que no quieren asumirse el costo social que esto implica y la situación sigue dilatándose y extendiendo peligrosamente la agonía que esta presionando diversos sectores de la sociedad, que no se sabe hasta cuando resistirán ni como serán las reacciones ni las consecuencias de las mismas.

Via: Repubblica

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