Los políticos de turno se empeñan cada día en afirmar que la peor parte de la crisis ya ha sido superada, que se ven señales de recuperación, que Italia esta saliendo adelante por sus propios medios, pero la realidad de todos los días desmiente dramáticamente todos estos discursos oficiales.
Italia no registra crecimiento del PBI desde hace casi 2 años, cientos de miles de pequeñas y medianas empresas han cerrado sus puertas o transferido sus instalaciones a países donde los costos de producción y de mano de obra son mucho mas bajos y las únicas cifras que continúan en aumento son las relativas al desempleo y la precariedad laboral.
Según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas Istat, los niveles de desocupación están en un nivel critico, solo comparable con los que se vivieron en la post guerra. Solo el sostén social que brindan las familias, como ya he comentado en otro post en que me refiero a desempleo y drama generacional en Italia, esta permitiendo que cientos de miles de trabajadores que han quedado fuera del circuito productivo o se encuentran en condiciones precarias de empleo, puedan continuar subsistiendo.
Los ancianos jubilados o pensionados, están sosteniendo a sus hijos y sus respectivas familias, dando no solo ayuda económica, sino también alojamiento. Cientos de miles de italianos y no solo, se han visto obligados a poner en venta las propiedades donde habitan, en razón de no poder continuar a cumplir con los compromisos económicos contraidos con los bancos, a través de las hipotecas y créditos y a falta de una fuente de ingresos continuos y estables, se ven obligados a regresar a sus hogares paternos o alquilar donde cuesta menos.
El nivel de desempleo entre los jóvenes ha superado el 40%, uno de cada 10 italianos de entre 15 y 64 años de edad se encuentra en estado de desocupación, al menos aquellos que resultan registrados en el sistema y son poco mas de 6 millones de personas, de los cuales al menos la mitad ya ha renunciado a la búsqueda de un empleo en Italia en vista de la escasez de oportunidades. Las regiones del sud de la península, son aquellas que registran el mayor índice de desempleo, superando el 50% del total nacional.
La desocupación golpea también a la población de inmigrantes presentes en Italia, con cifras oficiales que hablan de medio millón de trabajadores extranjeros que se encuentran sin empleo. Por este motivo el Ministerio de Trabajo Italiano, esta evaluando suspender un nuevo Decreto de Flujo de Inmigrantes, evitando de este modo el ingreso de nuevas fuerzas de trabajo, que podrían empeorar la actual situación.
Via: Il Sole 24Ore