En Italia, cuna de tantos Santos y sede de la Iglesia Católica, del norte y hasta el sur de la península, son innumerables los sitios de culto, las iniciativas y las fiestas religiosas que conmemoran a los distintos personajes de la Fe Cristiana, que se realizan a lo largo de cada año y que convocan a devotos y fieles locales y del mundo, que en muchos casos realizan viajes a Italia solo para participar de estos eventos, que en no pocos casos ven mezcladas la fe y los rituales paganos.
En este post, quiero referirme a una celebración que tiene lugar en un pequeño poblado de la región Abruzzo, que se llama Cocullo y que cuenta con poco mas de 250 habitantes y cada año en la primera semana de Mayo, convoca a la ceremonia religiosa en memoria del Santo Patrono: San Domenico abate (Domingo el abad), también llamada la Festa dei Serpari.
Durante los meses que preceden a la fiesta sacro-profana y aprovechando de las bajas temperaturas, los cazadores de serpientes denominados serpari, se ocupan de capturar en los alrededores de la población a las especies de serpientes inocuos que son característicos de la zona y los conservan en recipientes de madera o terracota, dándoles alimentación natural, como huevos o roedores, para que estén vivos y saludables para la ceremonia conmemorativa. Esta tradición, según los estudiosos, tiene sus orígenes en una civilización que existió siglos antes de Cristo.
Según la cultura de la sociedad local, a San Domenico (Siglo X-XI) que es el homenajeado, se le atribuyen los poderes de proteger de la mordedura de los reptiles y otros animales peligrosos, la rabia, como así también el de curar la fiebre y los dolores o infecciones dentales.
Al comienzo del ritual, los concurrentes, tiran con los propios dientes de la campana de la capilla de San Domingo. Acto seguido, los serpari llevando sus serpientes salen a la calle y los asistentes pueden entrar en contacto con los reptiles, tomándolos en mano o ayudándolos a treparse sobre las espaldas de la imagen del Santo, mientras se entonan cánticos tradicionales. Luego en horas del mediodía, la imagen del Santo, toda cubierta de serpientes vivas, viene llevada en procesión por las calles del poblado. El cortejo va acompañado de una banda de músicos y de fuegos de artificio. Al terminar la ceremonia, los reptiles son liberados por los serpari en su ambiente natural.
A continuación un video que reasume toda esta tradicional ceremonia.
http://youtu.be/dZQxxcNlrVE