Entre fines de la década del 30 e inicios del 40 del siglo pasado, mas precisamente durante el periodo fascista en Italia, salieron a la luz las denominadas: leyes raciales, que mas tarde fueron tomadas como ejemplo por otro terrible dictador de la historia del novecientos en Alemania.

En estas leyes se establecía que la raza Aria era superior y que las demás comunidades por ser inferiores no tenia derecho a una serie de derechos fundamentales de la especie humana.
A distancia de casi 70 años el actual gobierno italiano, esta haciendo todo lo posible por regresar a ese terrible régimen.
Cada día, nos desayunamos con nuevas ideas y propuestas de ley que no solo, no son dignas de un país “Civil y Democrático”, sino que tampoco se adaptan a las Declaraciones de Derechos Humanos.
Los titulares de los diarios reportan noticias como estas:
Los médicos, deben denunciar a los inmigrantes clandestinos.
Los directores de escuelas, deben denunciar e impedir a hijos de inmigrantes clandestinos en Italia que ingresen a las mismas.
En Milano, los pasajeros italianos oriundos de esa ciudad, deberán tener asientos reservados.
Se crea un autobús especial, solo para los inmigrantes.
Los niños extranjeros que asisten a las escuelas publicas, deben frecuentar clases separadas de los niños italianos.
Se crearan grupos de voluntarios para patrullar las calles, para evitar la presencia de extranjeros e inmigrantes clandestinos.
Los inmigrantes clandestinos no podrán contraer matrimonio con italianos.
Ser inmigrante clandestino sera un delito y quien sea sorprendido sera recluido durante 6 meses antes de su expulsión definitiva.
Desde la oposición, se están denunciando estos abusos, pero el gobierno que no solo tiene una amplia mayoría, sino que controla los principales medios de comunicación, se empeña en desmentir y ocultar con cortinas de humo la realidad.
A ustedes las conclusiones.