Cada año que pasa, se sienten funcionarios de los mas importantes organismos nacionales e internacionales hacer pronósticos sobre el final de la crisis, cuando comenzara a sentirse la recuperación, la luz en fondo al túnel, el haber tocado fondo y todas las fantasías imaginables, pero la realidad supera la ficción y los resultados no se ven, los plazos establecidos se vencen y la crisis continua agravándose de mes en mes. Aumentan los desocupados, las empresas que cierran o se transfieren, la precariedad laboral, la pobreza y la desesperación.
El numero de personas que han quedado al margen del sistema, ya sea por que han quedado desocupados o tienen una edad superior a 35 años y ya son considerados demasiado ancianos para trabajar supera los 3 millones, a los que se suman otros 2 millones que según las estimas, se trata de personas que ya no buscan mas empleo, dado que han perdido la confianza en poder acceder a un puesto de trabajo. Los pobres son 9,5 millones, de los cuales 5 millones están en la pobreza extrema, sin ningún tipo de sostén social.
Entre los inmigrantes, la cifra de desocupados, según cifras oficiales seria de unos 400 mil personas, registrando un aumento del 20% desde el 2011. Hay que considerar que los extranjeros que trabajan en Italia, perciben en promedio una retribución inferior a la de los italianos por iguales tareas, que se promedia en 336 euro menos en el salario mensual. También es necesario tomar en cuenta que en algunos sectores, los trabajos a los que pueden acceder los extranjeros son siempre de menor cualificación. En este periodo de crisis, aumenta el racismo y la intolerancia hacia los inmigrantes, como es de publico conocimiento, hasta la propia Ministra de la Integración, esta sufriendo a diario duros ataques por parte de otros funcionarios, por el solo echo de tener la piel negra y orígenes africanos.
A esto se suma, que mas de la mitad de los jóvenes o personas que se encuentran trabajando, lo hace en condiciones precarias, es decir con un contrato a tiempo determinado, independientemente de la profesión que los ocupa, pues la precariedad abarca todas las áreas, desde los simples operarios a los profesionales de la salud. Desde el año 2000 al presente el porcentaje ha pasado del 26% al 53% actual. Toda esta gente, se encuentra al margen del sistema de previsión social, con muy pocas posibilidades de cumplir con los requisitos mínimos necesarios para en futuro acceder a una jubilación o pensión.
La desocupación en Italia ha crecido mas que la media de los países de la Comunidad Europea y se mantiene al nivel mas alto, mientras las retribuciones que se perciben en Italia son de las mas bajas con el puesto numero 20 entre los 30 países que son evaluados por la OCSE (Organización para la cooperación y el desarrollo económico) y el mas bajo entre los países industrializados. Se trabaja mucho mas y se percibe mucho menos. El salario promedio de Italia es de 25 mil euro anuales, contra 42 mil de Alemania y 39.500 de Francia. En Italia la cantidad de horas que se trabaja son un 25% mas que la de los demás países puestos en comparación.
Via: Il Sole 24Ore