Como es el mercado laboral italiano? Existen ofertas de empleo? Italia ha superado la crisis? Hay trabajo para extranjeros en Italia?

Mercado laboral en Italia para el 2017
Según los últimos datos del ISTAT (Instituto Italiano de Estadísticas) relativos al PIB real y las previsiones elaboradas por las principales agencias consultoras, sobre los escenarios de las economías locales de octubre de 2016, Italia recuperará el 8,7% del PIB perdido entre 2007 y 2013 solamente en el año 2024, es decir dentro de 7 años.
Mientras que el nivel de empleo y los niveles de desocupación anteriores a la crisis (6% anual), regresaran recién para el 2032, es decir dentro de 15 años.
Los datos provistos por la Confederación italiana de artesanos, pequeñas y medianas empresas, prevén que el 2017, será para Italia un año de contrastes con impuestos más bajos y moderadamente más empleo.
Las medidas correctivas que se están implementando, prevén un pequeño descenso de la presión fiscal (-0.3%), que ascienden así al 42,3%, se espera que el PIB aumente alrededor de un punto y que el número de empleados crezca y el ejército de desocupados disminuya. Teniendo en cuenta estos datos positivos, sin embargo, sera necesario muchísimo tiempo para volver a los niveles anteriores a la crisis, es decir, en 2007.
En 2016 la economía italiana ha caído a los niveles del 2000. El consumo de los hogares, que debido a la crisis se redujo en un 7,6%, lograra recuperarse para el año 2021 y aproximadamente el 28% de las inversiones que se han perdido en estos años no se recuperara antes del 2032. La situación en el mercado laboral, en que entre 2007 y 2013 la tasa de desempleo casi se ha duplicado, debería regresar al 6% sólo en 2032, en 15 años mas.
Actualmente la media nacional de desempleo se encuentra en el orden del 12%, con puntas en algunas categorías y las regiones del sur de Italia que alcanzan el 40%.
En el ámbito industrial italiano, casi un millón de trabajadores precarios están esperando que se les renueven los respectivos contratos de trabajo que vencen en este primer mes de 2017 o que incluso se encuentran vencidos desde hace ya un año y a su vez reclaman una actualización de los haberes.
Frente a la demanda sindical de 100 euro mas en promedio en el salario, la respuesta de la Unión Industrial Italiana es negativa, ya que el deseo de las empresas es de no anticipar la inflación sobre la base de las previsiones, sino de pagar a posteriori, ya que la economía italiana se encuentra en deflación. Esto seguramente desencadenara una serie de huelgas y protestas.
Como consecuencia de las ultimas reformas de las leyes laborales en Italia o Jobs Act, muchas empresas contratan personal mediante llamados a licitación. Una vez que la empresa termina su contrato, la nueva empresa adjudicataria tiene la obligación de tomar los empleados de la anterior concesionaria, pero no existe ninguna regla que imponga que se deban respetar las mismas condiciones contractuales para los trabajadores, incluso en caso de que tengan una antigüedad significativa de servicio.
Lo que muchas veces deriva en despidos sin mayores garantías económicas o posibilidades de nueva inclusión en el ámbito laboral.
Crece el desempleo en Italia, también debido al crecimiento de la cantidad de italianos que buscan activamente trabajo sin lograr éxito en su objetivo. Para los jóvenes italianos, la tasa de desempleo llega a un 39,4%, esto afecta principalmente a la franja de edad que va de los 15 a los 24 años y la casi total exclusión del mundo laboral de las personas que se encuentran en una edad de entre 35 y 49 años.
Las mediciones no tienen en cuenta a todos aquellos desempleados desde hace mas de 2 años, que ya han abandonado la búsqueda ante la falta de respuestas y perspectivas favorables.
En Italia la recuperación del empleo y la producción es mucho más lenta que en otros grandes países de la UE, según los datos publicados por el Instituto Europeo de Estadísticas, que muestran que el porcentaje de jóvenes que tienen puestos de trabajo ha aumentado sólo en +0,9 puntos, en comparación con el peor período de la recesión, contra el +2,7% en Alemania, el +4,2% en el Reino Unido y el +1,9% en España.
La producción industrial sigue siendo del 31% mas baja respecto a los demás países industriales del grupo europeo.
Los datos muestran cómo Italia, esta demorando mucho más tiempo que los otros grandes países europeos para volver a los niveles de producción y empleo registrados antes de 2008. La recuperación desde los mínimos alcanzados durante la recesión se ha detenido en un +3%, mientras que Francia se ha recuperado el +8%, Alemania +27,8%, el Reino Unido +5,4% y España +7,5%.
En cuanto al trabajo en Italia, la tasa de desempleo cayó al 11,5%, mientras que en Alemania llego al 4,5% y en el Reino Unido es el 5,2%.
El mercado laboral italiano se encuentra estancado, Italia es uno de los países de la Comunidad Europea que no ha logrado aun superar la crisis que comenzó en 2008 y serán necesarios muchos años mas, hasta que la situación sea regular o similar a la que existía en la península antes de que esta crisis comenzara.
Con la crisis ya no es suficiente el trabajo de una sola persona para mantener a una familia, el modelo ya no es sostenible, entre 2005 y 2015 se triplicó la incidencia de la pobreza absoluta entre los operarios. La crisis social es más larga que la crisis económica.
En Italia existen 7 millones de trabajadores activos de menos de 35 años de edad, que continúan viviendo con su familia de origen, incluso en algunos casos han contraído matrimonio, pero no logran sostener un contrato de alquiler o una hipoteca con el salario que perciben o el tipo de contrato que poseen no es suficiente como garantía para el credito.

Los bonos de trabajo precario
Aumenta el empleo precario y el empleo en negro, sobre todo para los trabajadores que han superado los 30 años de edad, que ya encuentran grandes dificultades a integrarse en el mercado laboral. Mediante la utilización de bonos o Voucher para la retribución, esta categoría de trabajadores son utilizados por las compañías multinacionales como así también por entes locales y en las obras de construcción, que aprovechan de su poder de negociación.
La característica común es la necesidad de una entrada económica a toda costa, para poder cumplir con la hipoteca de la casa, la familia o enviar a sus hijos a la escuela, combinado con el miedo a la exposición y a sufrir represalias.
Los bonos de empleo o Voucher, nacieron como un instrumento de retribución para el trabajo ocasional, como una forma de contraste al empleo en negro, sobre todo en los sectores que emplean por temporadas, como el turismo o la agricultura.
Se trata de un instrumento electrónico, que se activa en caso de necesidad y que por un valor mínimo de 10 euro, permite de utilizar los servicios de una persona por pocas horas, sin necesidad de realizar un contrato de empleo, la retribución incluye el seguro y los aportes previsionales, al trabajador resta un neto de 7,50 euro por cada bono. Con este sistema, no existe ningún vinculo legal entre empleador y empleado.
Lamentablemente el uso de este instrumento se ha propagado de modo exponencial en toda la península y en casi todos los sectores de la economía italiana y están sustituyendo de hecho los contratos verdaderos de empleo. Desde los servicios domésticos o de asistencia a los empleos en locales de comidas, la construcción, el comercio, etc.
Además de su mal uso, los empleadores aprovechan de esta circunstancia, para contratar personas durante largos periodos de tiempo, pagando mucho menos impuestos que con un contrato laboral legal y haciendo figurar solo pocas horas de trabajo, contra las verdaderas jornadas realizadas y pagando una parte de la retribución en negro, evadiendo así el fisco.
En caso de accidentes durante el horario de trabajo, los trabajadores pueden llegar a resultan cubiertos por la póliza incluida en el bono y una vez finalizada la jornada laboral, al no existir vínculos legales no es posible efectuar ningún tipo de reclamo.
La mayoría de los trabajadores que son retribuidos con bonos, son jóvenes estudiantes, algunos con mas de un titulo universitario, que no logran integrarse o personas que ya han superado los 30 años, con un buen currículum vitae y que están buscando empleo en diversos sectores: venta al por menor, la construcción, locales de comidas rápida o la administración pública.
Son los denominados: esclavos modernos, súper precarios o trabajadores de la clase Z. Son las personas que sufren en su piel todas las distorsiones vinculadas a los excesos de la flexibilidad laboral y la devaluación de trabajo en Italia.

Programas de empleo para jóvenes en Italia
Con el programa Garanzia Giovani (Garantía juvenil), que es el plan europeo de lucha contra el desempleo juvenil, con este objetivo se han proporcionado fondos para los estados miembros de la Unión Europea con tasas de desempleo por encima del 25%, que será invertido en políticas activas de orientación, educación y formación y creación de puestos de trabajo, en apoyo de los jóvenes denominados NEET, es decir que no se dedican a una actividad laboral ni estudian.
De este modo, Italia tendrá que garantizar que los jóvenes menores de 30 años tengan acceso a una oferta de trabajo cualitativamente valida, continuar con su educación, acceder al aprendizaje de oficios o realizar pasantías formativas dentro de los cuatro meses posteriores a entrar en estado de desocupación o de la salida del sistema de educación formal.
El programa esta destinado a los jóvenes de entre 15 y 29 años, residentes en Italia: ciudadano de la UE o extranjeros no comunitarios que residan legalmente, que no tengan empleo o no estén participando en un curso de estudios o formación profesional.
El plan es también una oportunidad importante para las empresas, que pueden beneficiarse de las concesiones económicas previstas en las diferentes regiones, puede invertir en los jóvenes motivados y así renovar su capital humano. Proporcionar oportunidades de empleo, formación y trabajo por cuenta propia, contribuir a la consecución de los objetivos del programa.
Se prevén bonificaciones para las empresas que contraten nuevos empleados y los incentivos específicos para la activación de las prácticas y los contratos de aprendizaje o la conversión de una pasantía en un contrato de trabajo. También se promueve el acceso al crédito, a fin de fomentar el trabajo por cuenta propia.
Los incentivos económicos para las empresas, varían de entre 1500 a 6000 euro, según el tipo de contrato propuesto a los candidatos, mientras que para los jóvenes que decidan iniciar una actividad autónoma, se dispone de micro créditos.
La consecuencia directa de este programa de empleos, es que en Italia los anuncios y las ofertas laborales, están solo destinadas a las personas inscriptas en este tipo de programas y a las personas que pertenecen a las denominadas categorías protegidas (categorie prottete), es decir aquellas personas que por sus problemas o características, físicas, intelectuales o estatus social, se encuentran en desventaja.

Crece la discriminación y la tensión social entre italianos e inmigrantes
Italia atrae mano de obra poco cualificada y es el único de los principales países europeos, en los que es más probable para los extranjeros encontrar un empleo para el nivel más bajo de educación.
En Italia existe el mito de que los extranjeros roban el empleo a los italianos, este es un país que exporta cerebros e importa trabajadores no cualificados, preferentemente con un bajo nivel de formación y donde incluso el inmigrante que encuentra un empleo es un «ladrón». Esto por supuesto es inflado exponencialmente y aprovechado por los populistas, oportunistas de turno, para ganar adeptos.
En Italia la casi totalidad de los 5,8 millones de extranjeros que producen, generan un PIB de 127 mil millones de euros, en otras palabras, el empleo de extranjeros vale más que las ventas de los principales grupos económicos italianos, aunque las condiciones laborales son muy diferentes en los distintos países de la UE, ya que perciben salarios mas bajos y están expuestos mayormente a la pobreza y la exclusión social.
En Italia, sin embargo, para un inmigrante es más fácil encontrar trabajo si tiene un bajo nivel de educación, La península es el único país donde los extranjeros que no han terminado sus estudios eleméntales, tienen una mayor tasa de empleo de los italianos con el mismo nivel educativo.
Una familia italiana que tiene un hijo que ha completado sus estudios, nunca le permitiría trabajar en tareas consideradas humildes, como una empresa de limpieza, por lo que los inmigrantes aceptan trabajos que los jóvenes italianos, que con frecuencia ya están inscriptos en la universidad, ya no quieren hacer.
Los inmigrantes en el sur de Europa que logran encontrar empleo, tienen que conformarse con malos trabajos, lo que genera una fuente de frustración y decepción, sobre todo en el caso de aquellos que tienen un mayor nivel de formación profesional.
Durante la crisis económica, según ISTAT, el empleo de los migrantes en Italia ha aumentado en términos absolutos en 850 mil unidades, por lo que hoy en día uno de cada diez ocupados legalmente es un extranjero y es de este fenómeno que nace la creencia popular de que los inmigrantes están robando los puestos de trabajo a los italianos.
En Italia existe casi medio millón de inmigrantes extranjeros sin empleo, según el sexto informe anual «Los inmigrantes en el mercado de trabajo en Italia» de 2016, emitido por el Ministerio del Trabajo y de las Políticas Sociales italiano.

Reformas en la prestación de sostén para desempleados en Italia
Aun se encuentra en fase de experimentación, pero se prevé que en un futuro no muy lejano, la prestación de sostén por desempleo en Italia desaparecerá y sera sustituida por una asignación de recolocación a fin de que logren de modo rápido integrarse nuevamente en el mercado laboral.
Desde noviembre de 2016, con una cantidad de entre 10 mil y 20 mil personas que han solicitado la asignación de sostén por desempleo, se ha comenzado la prueba piloto del nuevo sistema de asignaciones por desempleo en Italia.
Ya no se ayuda a los parados, mediante un cheque (a partir del 1 de enero de 2017 ya no existe la movilidad), pero intenta guiarlos y proporcionarles las herramientas para volver a trabajar. La asignación de recolocación no es igual para todos, sino que la cantidad depende de cuanto sea difícil lograr un nuevo empleo para cada caso en particular.
La asignación mas baja será de alrededor de mil euro (la cifra exacta aún no está definida) y será otorgado a las personas mas jóvenes y con un perfil profesional mas simple de colocar, como es el caso de profesionales con titulo universitario.
La asignación de recolocación llegará a un máximo de a 5.000 euro y esta destinada a cubrir los parados que tienen menores posibilidades de reintegrarse en el mercado laboral, como en el caso de las personas con mas bajo nivel de instrucción u operarios de edad superior a 40 años en las regiones con mas alto porcentaje de desempleo.
Debe quedar claro que las cifras a las que se hace mención, no son dineros que percibe directamente el beneficiario, sino que se trata de un bono que sera utilizado para asignarlo a la empresa que ofrecerá un nuevo contrato de empleo al trabajador que ha quedado desocupado.
El servicio será garantizada por centros de empleo o por las agencias de empleo privadas y sera tarea del parado en cuestión, elegir a que empresa dirigirse y favorecerla con la asignación, por lo que sera necesario que participe en un programa de orientación, a fin de individuar las características salientes del candidato y en base a ellas elegir los futuros empleadores.
Los beneficiarios de esta asignación para la recolocación laboral, serán aquellos desempleados a los que corresponden al menos cuatro meses de asignación por desempleo.