Es un buen momento para emigrar a Italia? Como son tratados los extranjeros en Italia? Italia es un país racista? Es fácil para los inmigrantes integrarse en Italia?
A solo pocos meses de la llegada al poder del nuevo gobierno italiano, autodenominado «gobierno del cambio», la sociedad italiana esta protagonizando un verdadero terremoto.
Están aflorando como hongos y por todo el largo de la península, los sentimientos mas bajos, la rabia y el miedo acumulados por años, que se transforman en odio, racismo y violencia y tienen como principal destinatario los inmigrantes y en especial los africanos o las personas de un color distinto al de los europeos.
La campaña de odio y racismo llevada adelante por años, por parte del actual Ministro del Interior italiano perteneciente a la Lega Nord, ha llegado a su punto máximo. El lavado de cerebros ejercido desde los distintos medios de comunicación y las redes sociales, esta recogiendo sus frutos, que son mucho mas abundantes de cuanto se pudiera pensar.
De hecho el consenso social crece de día en día a favor de este personaje escuálido, que no pierde ocasión de seguir sembrando violencia y rechazo contra los «invasores», que vinieron a «robarle oportunidades a los italianos».
Una parte consistente de la sociedad italiana, rechaza abiertamente la presencia de extranjeros en territorio italiano, no quieren mas inmigrantes, vengan de donde vengan, con o sin orígenes italianos, la nueva consigna es «Italia para los italianos» y nadie mas.
Claramente sin considerar ni reconocer los millones de italianos que desde hace mas de un siglo «invaden» medio mundo, pues es un dato que fácilmente se puede corroborar, que es Italia uno de los países que mayor cantidad de emigrantes registra a nivel europeo sobre todo. Las comunidades de italianos en el exterior, se multiplican y crecen por doquier.
Odio Racismo y Violencia en Italia
El Ministro del Interior, que a su vez es el Vice Primer Ministro italiano, ha eclipsado tanto el Premier como el otro vice, pertenecientes al Movimento 5 Stelle y ya asume todos los roles y las decisiones de gobierno y se comporta como un emperador romano en el Colosseo, que sube o baja el pulgar, incentivado por sus seguidores que lo estimulan a fuerza de like en las redes sociales y comentarios de apoyo incondicional.
En el lenguaje popular ya lo llaman «el capitán» o incluso algunos «el nuevo Duce«, haciendo emocionar a los mas nostálgicos del régimen fascista de Mussolini.
Mientras tanto, dentro del gobierno se cruzan a diario ideas e ideologías que se contraponen entre sus miembros. Se suceden anuncios y desmentidas diariamente, siguen las promesas de la campaña electoral para mantener vivo el entusiasmo, se proponen medidas radicales para cambiar las relaciones internacionales con el resto de Europa y del mundo, la economía y el comercio, el nacionalismo y las empresas que operan en Italia, la gestión del Estado italiano de los servicios y el caballo de batalla es siempre la inmigración.
Claramente el resto de los países europeos y la comunidad internacional, como así también los mercados económicos, están reaccionando contra las distintas envestidas del actual gobierno italiano.
La recuperación que Italia estaba experimentando finalmente para salir de la crisis durada mas de 10 años y las previsiones se han visto modificadas consistentemente y diluyendo. Esta aumentando la inflación, que no se registraba desde hacia muchos años, así mismo el riego país, las tasas de interés, el déficit y la deuda interna y sobre todo la desconfianza de los inversores.

A diario llegan noticias desde todos los puntos de la península de ataques violentos contra inmigrantes, episodios de odio y racismo, que se van sucediendo. El bulismo en distintos ámbitos de la sociedad contra los extranjeros, se esta transformando en la «normalidad», las consignas «certeza de la pena para los delincuentes» y «primero los italianos» son las banderas que se enarbolan cada vez, como justificación a estos hechos deplorables, que muchas veces involucran a personas que ya se han integrado, que viven en Italia desde hace ya varios años, que hasta hace poco pasaban inadvertidas y hoy son el blanco de insultos y denigrantes persecuciones.
El rechazo a estos episodios es débil en la mayoría de los casos, solo el Presidente de la República italiana ha llamado en repetidas ocasiones a la armonía y el repudio de la violencia, el respeto de las leyes y de la Constitución Italiana, pero sus palabras pasan sin ser escuchadas o reciben como respuesta un contraataque de parte de exponentes políticos o de los miembros del gobierno.
Sobre todo el Ministro del Interior, es un personaje intocable o al menos así lo sostienen sus seguidores, que hasta se declaran «cómplices» y dicen «si lo tocan a el, nos tendrán que tocar a todos nosotros».
En la vida diaria, los italianos han descubierto en poco tiempo grandes diferencias con sus conciudadanos, se enfrentan por cuestiones políticas, por opiniones e ideas, hasta se han roto amistades. Se sigue profundizando la grieta, entre quienes están de acuerdo con el gobierno que es «del pueblo» y lo defiende fanáticamente y quienes lo repudian o critican, que lentamente se están convirtiendo en «el antipueblo» y son cubiertos de insultos, agresiones e incluso amenazas.
Las redes sociales son el termómetro mas evidente, basta solo un comentario hostil y se desencadena la tempestad. Ni hablar de que sea un extranjero o inmigrante a opinar, que recibirá como mínimo la respuesta de «regrésate a tu país, aquí no te necesitamos».
Recuerdo hace 16 años, cuando llegue a Italia y estaba residiendo en Cremona (Padania), como asistí con estupor en mas de una ocasión a episodios de rechazo y discriminación de parte de italianos del norte contra italianos del sur, a los que peyorativamente denominan «terroni» y que se decía: «mejor un inmigrante que un meridional» y se veían escritas pintadas en las calles de solidaridad con los extranjeros como «somos todos inmigrantes».
Las cosas han cambiado y para peor lamentablemente. Actualmente es muy difícil para un extranjero integrarse en Italia, no solo por que no hay empleo o se les da prioridad a los italianos, también porque la gente ya no nos ve con los mismos ojos.

La percepción de los italianos para con los inmigrantes, no solo ha cambiado, sino que gracias las campañas de difusión del odio y el racismo, han llevado a creer que en Italia se encuentran 3 veces mas inmigrantes de los que realmente están actualmente viviendo en la península.
Creen que el desempleo y los malos salarios sean atribuibles a los extranjeros y que los inmigrantes reciben mas ayuda del Estado que los mismos italianos, esto ultimo basado en que algunos de los refugiados, reciben una ayuda de parte del Fondo Europeo para los Refugiados. En Italia el bajo nivel de instrucción entre las personas mayores, que son la gran mayoría, ha servido de caldo de cultivo para que los oportunistas de turno hicieran su mejor campaña.
Los miembros del gobierno, están cabalgando la ola de nacionalismo creciente, sin medir las consecuencias y también por la notoria falta de instrucción de los mismos, que salvo contadas excepciones, se percibe claramente que no tienen otro objetivo que crecer en el consenso, incluso la sensación que se transmite es de que quieren seguir hacia adelante a ultranza, llevar la situación a un punto sin retorno, romper todos los esquemas y quebrar no solo la sociedad, sino también la economía y las instituciones democráticas.
Se suceden los ataques verbales contra los medios de comunicación que no son afines a la política de gobierno, se quiere controlar las principales redes televisivas, eliminando programas o apartando periodistas y escritores que se han manifestado abiertamente contra la ideología que se esta tratando de imponer. Incluso se han registrado amenazas contra fiscales que han iniciado investigaciones o procesos por mal desempeño de la función publica.
El Ministro del Interior ha introducido nuevas armas para las fuerzas del orden, para que «los italianos estén mas seguros», e incluso se ha flexibilizado de modo importante la tenencia de armas y municiones por parte de los ciudadanos y se esta tratando de modificar las normas que regulan la legitima defensa, para que «los italianos puedan defenderse», lo que crea no poca preocupación, vistos los resultados que este tipo de iniciativas han provocado en otros países, donde se registran periódicamente verdaderas matanzas.
Los únicos que pueden frenar esta debacle son los mismos ciudadanos o la parte del gobierno que debería ser mas moderada, representada por el Movimento 5 Stelle, que hasta el momento ha solo demostrado debilidad y sumisión a todas las medidas que se están llevando adelante por parte del Ministro del Interior, incluso contradiciendo todas las proclamas que se enarbolaron durante todos estos años, desde la creación de este movimiento, la prioridad es mantenerse en el poder y gobernar aunque sea en desmedro de los ciudadanos que los eligieron y no obstante haber obtenido un porcentaje de votos mayor a los de la Lega Nord, que están perdiendo en favor de estos últimos.
Las elecciones en Italia del pasado marzo de 2018, fueron una proclama popular de «que se vayan todos, basta con los partidos tradicionales y las viejas políticas» y los partidos que antes gobernaban han sufrido no solo una aplastante derrota, sino que aun no se recuperan del sucesivo debilitamiento a nivel interno y su desmembramiento y están lejos de recuperar un equilibrio como para poder hacer oposición al actual gobierno, por lo que las perspectivas son cuanto menos preocupantes.
El pueblo soberano ha decidido y hasta el momento esta convencido que ha sido de modo certero. Veremos si en un futuro no muy lejano, aceptara pacíficamente las consecuencias de esta elección.