Cuando llegamos a Italia a principios del 2002, una de las cosas que nos impresiono, fue ver los precios de los productos en los supermercados y el consumismo de la gente. En aquel momento, en nuestra mente hacíamos comparaciones con los precios que existían en Argentina en el fatídico periodo del 1 a 1 y eran prácticamente equivalentes, haciendo excepción de algunos productos alimentarios como la carne, que aquí cuesta o mejor dicho costaba mas que en nuestro país de origen, siempre haciendo la relación con el poder adquisitivo.
No paso demasiado tiempo para que descubriésemos los denominados «Discount», cadenas de pequeños supermercados, con precios mas accesibles y ventajas de hasta el -40% en algunos productos, que en ese entonces eran considerados alternativos o de baja calidad por los italianos y que frecuentaban en su mayoría extranjeros. No obstante, como decía la publicidad de los mismos: «Su carro lleno con solo 20 Euro».
La llegada de el Euro, como ya he mencionado en otros post, produjo una importante reducción del poder adquisitivo, ya que los productos redoblaron en principio sus precios y los ingresos quedaron prácticamente a mitad en esta relación. Para ser mas claro: en Italia un operario que hasta ese entonces ganaba dos millones de Lire al mes, paso a ganar mil Euro y un producto que en ese entonces costaba mil Lire (0,50 Euro), paso a costar 1 Euro (dos mil Lire).
Esta situación, sumada a la baja del precio del Dólar respecto al Euro, que freno las exportaciones de productos europeos. La especulación de los comerciantes italianos y la disminución del empleo estable en Italia, con la masificación de la precariedad laboral, no solo han derivado en una grave crisis, sino que han ido minando los bolsillos de quienes habitamos en este país, locales y foráneos.
Hoy se ven colas en los «Discount», pero no de extranjeros, sino de italianos. La gente ya no llena sus carros, ni toma todo lo que encuentra a su paso sin fijarse en el precio. Con 20 Euro solo se ocupa un tercio del carro, por que los descuentos siguen existiendo, pero los precios han aumentado y las retribuciones (para quienes las perciben regularmente), siguen siendo las mismas que se percibían varios años atrás.