La crisis y la precariedad laboral preparan un panorama cuanto menos desalentador para los inmigrantes en Italia.
Según un informe publicado en un importante matutino nacional, entre fines del presente mes de Julio y lo que queda del corriente año, el 70% de la planta de personal que se ocupa de la gestión burocrática de los Permisos de Residencia y Reagrupación Familiar entre otras cosas, para extranjeros inmigrantes,cesaría en sus funciones.
Esto se debe a que toda esa masa de puestos de trabajo, aproximadamente unas 1300 personas, se encuentran contratados a tiempo determinado y el presente gobierno en su plan de reducción de gastos en la administración publica, no manifiesta la mas mínima intención de proseguir con los contratos, ni de asumir mas cantidad de personal para cubrir este tipo de funciones.
La perspectiva inmediata es que se retorne a la modalidad anterior, es decir que el personal policial que forma parte de la planta permanente del Estado, se ocupe nuevamente de la gestión de toda la documentación referente a inmigración.
A los fines prácticos, esto se traducirá en un importante paso hacia atrás y en un nuevo caos para los inmigrantes, ya que las demoras en la entrega y renovación de los Permisos de Residencia que en muchos casos oscilan en varios meses, cuando no debería ser mas de uno, sufrirán retardos que pueden ser de uno o dos años, como sucedía hasta no hace mucho y considerando que este tipo de documentación tiene una duración máxima de dos años, al momento de la entrega están ya vencidos y es necesario solicitar la renovación, cayendo así en un circulo cerrado asfixiante. A esto se debe agregar la calidad de la atención, que decaerá sensiblemente.
El Permiso de Residencia, no solo es necesario para la libre circulación en el territorio, sino también para poder contraer contratos de trabajo y de alquiler entre otras cosas y la falta del mismo, implica graves consecuencias para el desarrollo de una vida normal por parte de los beneficiarios.
