Si tuviese que definir el momento exacto en que todo comenzó, pues seguramente no encontraría las palabras justas.
Ella solo pasaba y miraba sin mirar, ocultando una sonrisa y moviéndose en modo un tanto extraño.
El se limitaba a mirarla de reojo y seguía con lo suyo, pero su mente se alimentaba cada vez mas.
Seguramente esto seria algo imposible, algo que no podía suceder, a menos que ambos estuviesen de acuerdo.
Casi mágicamente, coincidieron y todo cambio de un momento al otro.
No hubo nada que los detuviese y el dejando de lado todos sus prejuicios, cedió a sus encantos.
Antes que ella pudiese decir nada, el comenzó a besarle en un modo desenfrenado y con un respiro agitado.
Ella, quiso detenerlo, pero era imposible, primero tenia que poner freno a sus propios instintos.
Casi como un flash, la magia se desvaneció y fue en el momento exacto en que el otro llamó…
