Hace un par de meses, publique un post en el que me refería a la última ocasión que esta brindando el Estado italiano para la regularización de inmigrantes clandestinos, dirigido principalmente a las personas que prestan servicios a nivel domiciliario, asistiendo a personas minusválidas o en tareas domesticas.
Desde el pasado 15 de Septiembre y hasta el próximo 15 de Octubre, se esta realizando esta campaña de regularización, en la que los empleadores pueden declarar a las personas a su cargo o los mismos trabajadores, pueden obtener un Permiso de Residencia en Italia si denuncian a sus empleadores y demuestran de estar desde al menos el 2011 en territorio italiano de modo irregular.
Pues bien, como siempre que se presentan estas ocasiones, están los típicos aprovechadores que no dejan de hacer leña de los árboles caídos y en este caso, sacan provecho económico de los inmigrantes que están ansiosos de poder obtener un documento que les permita vivir tranquilamente en Italia, como así mismo entrar y salir del territorio sin mayores preocupaciones.
Es indignante, por que no es la primera vez que esto sucede y seguramente no será la última, que haya gente que prometiendo milagros o haciendo gala de tener contactos en los organismos públicos, se ofrece para realizar las tareas de intermediación a cambio de importantes sumas de dinero, que según los artículos publicados en los periódicos nacionales, se han apropiado de entre 500 y 2000 euro por tramite, para proporcionar un supuesto Permiso de Residencia legal.
Este es uno de los típicos casos en los que resulta tan importante tener un dominio de la lengua italiana y estar atentos a quienes dirigirse para realizar un tramite fundamental y delicado como la documentación de residencia.
Es preferible dirigirse directamente a las oficinas del Comune o la Questura del propio lugar de residencia, consultar en los sindicatos o instituciones como ACLI (Associazione Cristiana di Lavoratori Italiani), entrar en los sitios oficiales del Ministerio del Interior, ponerse en contacto con los teléfonos de asistencia de las citadas instituciones y no fiarse de estos samaritanos de la desgracia ajena, que solo buscan el propio beneficio económico personal.
