Un día como cualquier otro, una mañana que no tenia nada de diferente a las anteriores, una idea que ronda en la cabeza o que aparece improvisamente.
Ingresar a la armería del barrio y pedir información sobre un arma corta.
Tenerla en la mano, no era la primera vez, pero esta vez era muy diferente y en el acto las manos se humedecen.
Miles de pensamientos que pasan por la mente, toda la vida pasa como un film pero a una velocidad vertiginosa.
Un poco de miedo, un poco de duda y mejor dejar las cosas como están, para otro momento tal vez…
Las manos comienzan a temblar febrilmente y mejor meterlas en los bolsillos para que nadie se de cuenta de la situación, mientras se abandona rápidamente el negocio.
Caminar, sin saber donde, sin percibir nada a su alrededor, con la mirada perdida en la nada.
Caminar sin rumbo y sin sentir cada paso, es la mente la que esta fuera de la realidad.
Mas tarde, entrar en la casa como si nada hubiese sucedido, como si esa mañana, fuera una como todas las anteriores….