Ibiza es conocida mundialmente por ser la isla de diversión, discotecas y playas interminables. En realidad Ibiza también tiene otros aspectos que la gente, sobre todo los mas jóvenes no suelen apreciar.
En el año 1999 la Isla Blanca fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por su riqueza cultural y natural como: los restos de fenicio sa Caleta, la ciudad amurallada de Dalt Vila, la reserva natural ses Salines y la necrópolis púnica del Puig des Molins. Además de ser una isla que en el pasado ha estado dominada por los fenicios, cartagineses, vándalos, bizantinos, romanos, visigodos, musulmanes y catalanes.
Culturas y tradiciones de diferentes civilizaciones en Ibiza se han integrado y fusionado haciendo que la isla, originalmente carente de recursos, una verdadera fuente de riqueza.
Su lado transgresivo, no puede ser pasado por alto debido a que cada año atrae a millones de turistas listos para asistir a los clubes más irreverentes de Europa.
Algunas personas prefieren vivir Ibiza de día, bañándose en sus aguas cristalinas o practicando buceo. Otros prefieren hurgar entre sus mercados y recorrer sus distintos atractivos turísticos.
Si estamos alojados en la isla, nada mejor que alquilarse un coche y salir a recorrerla para visitar algunos de estos lugares que nombrare a continuación y que no pueden faltar en la agenda de viaje.
Sant Antoni: Una maravillosa bahía ubicada a sólo 20 minutos del centro de Ibiza. Aquí, además de nadar en las aguas cristalinas, se puede asistir a vida nocturna muy animada. La reunión más popular es sin duda el Café del Mar, donde se reúnen jóvenes de todas las nacionalidades para disfrutar de un cóctel a la espera de la puesta del sol.
El centro de Ibiza: donde se puede encontrar 3 maravillosas playas de Talamanca, Ses Figueretes y Platja d’en Bossa. Desde la parte mas alta, Dalt Vila, se puede disfrutar de una extraordinaria panorámica y numerosos sitios arqueológicos, vestigios de los fenicios, romanos y musulmanes.
Sant Josep de sa Talaia se encuentra al sur de Ibiza y está lleno de playas y calas. Entre los más famosos: Cala Vedella, Cala Comte y Cala Bassa. Allí se puede disfrutar de las aguas cristalinas en total libertad, pues es posible practicar el nudismo.
Sant Joan de Labritja: Un pueblo lleno de playas, acantilados y calas solitarias como Benirrás, S’Illot Xarraca. Además del mar, se pueden visitar las iglesias construidas de acuerdo a las características arquitectónicas de Isla Blanca. Destino ideal para quienes aman las largas caminatas siguiendo los senderos.