Vivir como inmigrante y regresar a casa

Desde que escribo en este sitio, que en el próximo mes de julio 2016 cumplirá su 10° aniversario, he tratado de descargar y transmitir mi experiencia como inmigrante extranjero en Italia en primera persona y con el pasar del tiempo y el aumentar de la experiencia como escritor para el web y el interactuar con los lectores, en especial con quienes dejan sus comentarios o me escriben mensajes privados por este medio y las diferentes redes sociales, he ido agregando contenidos, información, datos que pueden ser útiles para otros, que como en mi caso, ya viven aquí o simplemente tienen la idea o han tomado la iniciativa de emigrar.

Vivir como inmigrante y regresar a casa
Vivir como Inmigrante

Sobre todo en los comienzos de esta larga trayectoria, me oriente mas que nada a la experiencia directa de vivir en Italia, el descubrimiento, las vivencias, que he volcado en una serie de publicaciones, a las que titule: El Sueño Italiano, a las que quizá podría agregar este nuevo post como un capitulo mas de esa serie.

Puedes leer la serie completa haciendo clic en los diferentes enlaces a continuación:
El sueño italiano I
El sueño italiano II
El sueño italiano III
El sueño italiano IV
El sueño italiano V

Hace un tiempo encontré un articulo que me pareció muy interesante y que compartí con gran repercusión en las diferentes redes sociales y que lleva por titulo: Volver a casa después de vivir en otro país no es tan fácil como parece.
Leyendo ese articulo, trasladando, reflexionando y comparando con las propias experiencias de vida, fueron despertando y re emergiendo vivencias e ideas que se han dado a lo largo de estos casi 15 años de vida en Italia y en el Europa, que me parece valido compartir, como ya lo hice en otras ocasiones.

En todo este periodo de tiempo he tenido ocasión de vivir no solo en Italia, sino también en otros países, donde intente cambiar mi destino, como lo fueron Irlanda y Noruega, a los que dedique oportunamente algunas publicaciones, siempre con el afán de compartir mi experiencia y facilitar información a ser tomada en cuenta, para quienes pudiesen estar interesados en esos mismos destinos.

He regresado a mi país de origen: Argentina, transitoriamente en menos de 10 ocasiones, por los mas distintos motivos, sobre todo de índole familiar, pues casi todos están allí viviendo como siempre y cada una de esas visitas ha ido dejando algo en mi interior que no siempre he sabido interpretar y que ya sea por la edad o por las distintas situaciones que se han sucedido, recién a este punto de la historia estoy comenzando a encajar como piezas de un puzle que se va construyendo en la mente de quien deja su propio país y adopta otra ciudadanía y otra tierra para vivir el resto de su vida.

Cuando se decide de emigrar, se llenan las valijas, además de lo justo y necesario para el viaje, con un montón de sueños, ilusiones, anhelos, proyectos y quien sabe cuantas otras cosas mas y si bien al comienzo se espera que sea un cambio de vida radical y para siempre o en algunos casos una etapa transitoria de la vida, a medida que el tiempo pasa, se van acumulando cada vez mas cosas que hacen que ese vinculo con el nuevo país sea difícil de desatar o no queramos que se rompa definitivamente.

Vivir en el exterior, como extranjero, pues por mas ciudadanía, espíritu de aventura que se tenga y voluntad de integración, siempre se llega a la realidad de que somos extranjeros y en muchos casos se hace pesar, sea en el ambiente laboral o en la vida social y cotidiana, sobre todo en tiempos de crisis, conlleva experiencias que muchas veces se dan por descontadas y que sin embargo van cambiando el modo de ser y de pensar. Se conocen realidades distintas, sistemas de vida, gentes de muchos otros lugares del mundo que nunca imaginamos conocer y que nos hacen dar cuenta de que la vida puede ser muchísimo mas difícil de la que hemos dejado atrás en nuestro propio país, se van tomando compromisos sociales y económicos y todo ese acumulo de pequeñas cosas van construyendo una barrera que nos aleja de nuestros orígenes.

Paralelamente, el mundo que dejamos atrás, nuestro pequeño mundo, queda congelado como en una foto instantánea, como si el video de la vida que llevábamos hasta el momento en que subimos al avión, se pusiera en pausa y podemos continuar viéndolo y viviendo dentro de el, cuando se presenta la ocasión de regresar de visita a nuestro terruño.

Cuando mas tiempo se pasa viviendo como inmigrante, mas difícil se hace regresa a casa, es allí donde surge la pregunta: que casa, la de aquí o la de allá? A tal punto que pasado el fervor inicial del reencuentro con nuestro mundo anterior, después de pocos días, ya se comienza a sentir la distancia, la falta de contacto con la gente de todos los días, nuestros ambientes personales y el observar y comparar realidades es algo espontáneo y en algunos casos, la idea de que ya no pertenecemos mas a esa sociedad, que ya no es nuestro lugar, se manifiesta con gran fuerza. Es como darse cuenta de que ya no hay vuelta atrás, ya no somos los mismos.

Una cosa importante, que se olvida de poner en la valija, es el inexorable paso del tiempo y los grandes cambios que eso conlleva y es como en la escena de la película Nuovo Cinema Paradiso, en que el protagonista regresa a su hogar natal y su madre anciana le abre la puerta de la que fuera su habitación y allí encuentra todos los pequeños tesoros de su vida anterior, envueltos y mantenidos con cuidado. No es solo el mirarse al espejo cada día, para sentir el paso de los años, sino que de repente se encuentran los perfumes familiares y una fotografía de la que no ha pasado tanto tiempo y allí podemos contar con amargura a quienes ya no están, dar un paseo por el barrio y descubrir todas las novedades y cambios estructurales y sociales y de repente darse cuenta de que la fotografía instantánea se ha desteñido y que el video ha seguido corriendo, aun sin nosotros y que la vida ya no es la que era.

Hasta aquí mi pequeña reflexión, si tienes preguntas o simplemente quieres compartir tu propia experiencia, puedes hacerlo a continuación dejando tus comentarios, que son siempre bienvenidos.
Gracias!

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